La escuela Dionisio de Herrera en La Iguala, Lempira no contaba con el espacio apropiado para acomodar la gran cantidad de estudiantes en la comunidad. Muchos alumnos recibían clases al aire libre, sujetos al fuerte calor y a la necesidad de interrumpir sus estudios cuando pasaba una tormenta. El interior de la escuela presentaba hacinamiento y tenían problemas con goteras en el techo y con los baños, ya que estaban en mal estado. La moral era baja entre los maestros y los alumnos, resultando en altas tasas de ausentismo.

Gracias a la colaboración de CEPUDO y Food for the Poor, se construyó un edificio escolar digno y seguro. Los estudiantes ya no tendrán que recibir sus clases al aire libre y no estarán expuestos a las distintas condiciones climáticas. Estamos seguros que muchísimos estudiantes lograran recibir una gran educación en esta escuela.