Cuando conocimos a Dilcia y a su familia por primera vez, notamos que eran una familia con mucha esperanza y deseos de salir adelante. Ella dedica todo su tiempo a cuidar a sus hijos con mucho amor, y su esposo y su hijo mayor son los únicos que trabajan cuando logran encontrar trabajo diario. Vivían en una casa de nylon, sin acceso a electricidad y con acceso muy limitado a agua potable. Cuando llovía o había mucho viento, el nylon se rompía y su casa se inundaba.

La familia soñaba con tener una casa segura, y ahora ese sueño es una realidad gracias a Dios y a la colaboración de CEPUDO con nuestro donante incondicional Food for the Poor. Se les construyó una casa nueva y digna en la que podrán crear muchas memorias juntos y dentro de la cual no tendrán que preocuparse cada vez que llueve.